EEUU recuerda el día en que fue "forjado en la fe"

WASHINGTON D.C., Estados Unidos (CBN News / MundoCristiano.tv) Cada año en noviembre los estadounidenses celebran el Día de Acción de Gracias. Es una tradición que se remonta a 1621 cuando los peregrinos celebraron una cosecha exitosa juntos a los nativos. Durante siglos la celebración continuó y en 1863 el presidente Abraham Lincoln hizo del día un feriado nacional oficial. Él lo llamo Día de Acción de Gracias y Alabanza a Dios, pero este también es un tiempo de recordar la fe sobre la que se fundó la nación.

Rod Gragg libra una batalla para demostrar que Estados Unidos no sólo fue ligeramente moldeado por la fe en sus orígenes como nación, sino que fue saturado de Cristianismo, liderado por el pensamiento bíblico en cada faceta de su vida.

El autor del libro “Forjado en la fe”, dice que el país fue colonizado por los ingleses en un tiempo cuando en su patria brotaba el fervor religioso.

“Fue en esa atmósfera que estos ingleses vinieron a América y trajeron esa fe bíblica. Y sobre esa fe, esa cosmovisión judeo-cristiana, fue establecido el gobierno, la ley y la cultura estadounidense”, dice Gragg.

De las primeras dos colonias, algunos piensan de Plymouth como el asentamiento religioso y Jamestown como el asentamiento secular.

Pero Gragg dice que Jamestown también estaba inmersa en la creencia cristiana.

“Ellos trajeron a un capellán. Levantaron una cruz en Cabo Henry. La primera Asamblea Legislativa se reunía en una iglesia, abría en oración y oraban varias veces al día”, asegura el autor.

Y al tener una religión que habla del libre albedrío, ellos fundaron un gobierno libre como eje central de cada colonia y estado que vino después.

Cuando los peregrinos llegaron hicieron un pacto - básicamente la Primera Constitución Política - que reflejaba ésta creencia de que gente libre podría gobernarse a sí mismos por leyes bíblicas.

“Este precedente fue establecido para el auto-gobierno basado en la fe”, dice Gragg.

Los estudiantes de historia creen que la raíz de la revolución estadounidense fue la rebelión económica por todos los impuestos sin representación. Pero Gragg dice que no fue así.

“La gente no arriesgaría su vida y sufriría como lo hicieron los estadounidenses durante la revolución sólo por ahorrar algunos dólares en impuestos”.

Él señala que los americanos estaban más molestos con Inglaterra por ofender su creencia de que Dios dignifica a cada persona con derechos fundamentales.

“Ellos creían que el gobierno inglés suprimía los llamados derechos inalienables dados por Dios”, comenta.

El Cristianismo era tan importante entonces, que el clero era una fuerte arma en la revolución. “Era de tanta influencia al moldear el pensamiento y la motivación del pueblo americano en los principios bíblicos, que los miembros del gobierno inglés se referían al clero americano como el ‘régimen negro’. No había profesión en América con tanta influencia como los ministros”, dijo.

No sorprende ya que el gran despertar se había encendido recientemente moviendo el avivamiento religioso en las colonias.

Rod Gragg dice que “fue un gran mover que moldeó el pensamiento del pueblo americano y sus líderes, y les dio ésta perspectiva bíblica que está reflejada en nuestros documentos fundacionales”.

Y estos documentos fundacionales se convirtieron en la gloria de un pueblo libre dedicado a un Dios de amor de quien ellos creían les dio esa preciosa libertad.

“La Declaración de Independencia fue la declaración de misión. La Constitución fue el reglamento. Y la Declaración de Independencia está ligada al lenguaje de fe. No por accidente la Declaración comienza pronto diciendo que todos los hombres son creados iguales y que son dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”, explica Gragg.

Los líderes que escribieron esos documentos y moldearon la nación se sorprenderían al oír las palabras de su actual líder, quien recientemente afirmó que Estados Unidos no es una nación cristiana.
Fuente: Diario Evangélico BEREA

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